Marrakech, la ciudad rosa

domingo, 25 de marzo de 2012


   Marrakech, la ciudad rosa, la perla del sur o la ciudad de las mil y una noches, así la califican, sabiendo de la magia que desprenden sus plazas y callejuelas escondidas en el zoco y es ahí donde curioseando entre puesto y puesto te invitan a una de las ceremonias más habituales en suelo marroquí: la del té.

   Y es que el té verde o de menta es toda una institución, así que si regateando en el zoco, el vendedor te ofrece uno no lo desprecies y vive una nueva aventura porque para la cultura bereber el té de menta es un signo de amistad y se ofrece como señal de tener una buena negociación.



 
Una experiencia única, sentados desde el Cafe France, situado en una esquina de Djema el Fnaa, aparece como el lugar ideal para descansar de un largo día de turismo por la ciudad y vislumbrar la plaza, los tejados marroquíes, las miles de parabólicas, mientras saboreas un té y ves cómo el cielo va tomando unas tonalidades rojizas, incomparables, que te llevan a revivir las mil y unas noches.



   No sólo el Café de France, muy cerca y en la misma plaza también puedes optar por Las terrasses de l'Alambra, o el Café Glacier, tres escenarios únicos para disfrutar de cómo los últimos rayos de sol caen sobre una plaza, que empieza a iluminarse al ritmo de cuentacuentos, sacamuelas o de tatuajes de henna.

   Sin embargo, en la ciudad rosa no te puedes perder la experiencia de tomar un té en una de las terrazas que dan a la plaza de Djema el Fnaa y disfrutar de un espectáculo único cuando el sol se empieza a esconder por detrás de la Koutubia y se escuchan los sonidos del 'adhan', llamando a la oración a los fieles, que acuden sin dilación a la mezquita más cercana.

    Mientras, cientos de puestos dan vida a una plaza preparada y diseñada para dar de comer y beber a los intrépidos que se atrevan a probar sus especialidades. El mejor escenario para disfrutar de todo ello es desde una de las terrazas de la plaza, en la altura, con una perspectiva clara de Djema el Fnaa y con un té sobre la mesa, se divisa la fiesta diaria de los que se dan cita en ella.

La Casa de Música, un toque moderno en Oporto

miércoles, 7 de marzo de 2012





La Casa de la Música de Oporto es una escultura urbana que sorprende a primera vista por su forma en prisma, con mucho vidrio y unos ángulos vertiginosos diseñada por el gabinete del holandés Rem Kolhaas, que hace de ella una auténtica ‘caja de música’ en pleno centro con tráfico de la ciudad.
Pero la Casa da Música, desde su rotundidad y vanguardismo, es, además de un edificio rompedor, un gran espacio para la música capaz de albergar a más de 1.300 personas en su interior a través del amplio abanico que ofrece su extenso programa a lo largo de todo el año.

Así, prácticamente cada día de los 365 del año cualquier portuense o turista que visite la ciudad puede acudir a la Casa da Música a disfrutar con un programa donde tiene cabida desde la música más clásica al jazz, folk o la de la propia tierra, el fado. Por ejemplo cuando yo estuve en Oporto había actuado esa misma noche todo un icono del punk como Nina Hagen en una velada que duró prácticamente toda la noche.




Dentro de la Casa da Música conviven multiespacios cuyo objetivo central es el llevar a la música a través de un proyecto educacional que abarca desde los más mayores a los más pequeños.
Sin lugar a dudas es un edificio que sorprende, con ese vidrio que tiene en contacto constantemente al interior con el exterior de la calle, sin lugar a dudas en una metáfora de ese estrechamiento a través de la música que quiere ser la Casa de la Música con la ciudad de Oporto.
Impresiona sin lugar a dudas su auditorio principal, una gran caja rectangular con una acústica casi perfecta con capacidad para más de 1.100 personas, que es sin lugar a dudas el diamante de esta caja más que mágica.


El recorrido por las siete plantas de la Casa de la Música de Oporto confirma sin lugar a dudas porque este edificio de hormigón se ha convertido en todo un icono de la ciudad.





Si tienes pensado ir a Oporto es una visita obligada aunque sea solamente por su arquitectura, y si tienes tiempo de sobra no dudes en pasarte por su web (http://www.casadamusica.com/) y buscar en su programa un gran concierto de música a precios muy asequibles. Un interesante alto en el camino antes de recorrer el Duero en barco o degustar alguno de los vinos en alguna de las bodegas que se encuentran a la ribera del río.