Berlín: siguiendo los restos del Muro de Berlín

lunes, 9 de noviembre de 2015

El año pasado se conmemoró el 25 aniversario de su caída, la caída de un muro que separaba a hermanos, vecinos, parejas y amigos. Este y Oeste divididos por una frontera, unas piedras, espinos y alambres que forman parte de la historia de la humanidad y de la cosmopolita Berlín.

La noche del 13 de agosto de 1961 empezaba a levantarse el muro. Los berlineses se despertaban como un día normal, pero ese día no lo era, ya que una frontera se levantaba para separar a una ciudad con 155 kilómetros.

De esos 155 kilómetros aún quedan en pie varios kilómetros, decorados con graffitis o simplemente desnudos con su piedra y su alambre, mientras que su camino también se percibe en el doble ladrillo que puedes encontrar a lo largo de tu paseo por la ciudad como recuerdo de dónde estuvo durante varias décadas.

El 9 de noviembre de 1986 el muro cayó y las dos Alemanias y Berlín volvía a ser una, se derribó la frontera que les separaba, pero en la actualidad se ha convertido en una de los recorridos turísticos de la ciudad, que nos describe su historia.

Quizá la parte más famosa del muro de Berlín y la mejor conservada son los 1,3 kilómetros que se encuentran en East Side Gallery, en Mühlenstrasse, donde aún conviven más de un centenar de murales que rinden homenaje a la libertad, siendo el más fotografiado el beso que se dan Leonidas Breznev, el que fuera jefe de Estado de la Unión Soviética, y Erich Honecker, presidente de la RDA. 











Del colorido del muro se pasa a su realidad con el único tramo que se encuentra en la actualidad en el centro de Berlín, el situado en frente del actual Ministerio de Finanzas (Niederkirchnerstrasse) y único edificio que quedó en pie de la época de Adolf Hitler.



                      

A lo largo de varios metros de piedras y alambre de espino se encuentra la Topografía del Terror, en un espacio donde nació la Gestapo, y donde además de la historia del muro se muestra cómo fue la Alemania en la época nazi.



Además, se sitúa muy cerca de uno de los puntos fronterizos más conocidos y el único que persiste, más para turistas que para recordar lo pasado, el checkpoint Charlie.

             

Retazos de muro también se pueden observar en la Postdamer Plazt, donde quedan algunos trozos y donde se puede ver cómo eran las torres que controlaban la frontera desde las alturas. 

No se puede olvidar en este recorrido que más de 100.000 ciudadanos de la RDA intentaron huir entre 1961 y 1988. En esos años, perdieron la vida, por lo menos, 136 personas en el Muro de Berlín o murieron en relación directa con el régimen fronterizo de la RDA, por eso en algunos puntos de la ciudad se erigen memoriales con los nombres y fotos de los que cayeron, así como cruces blancas que recuerdan a los caídos.