Se acerca la época más tenebrosa del año, el
Día de los Difuntos o como los americanos nos han enseñado a llamar, Halloween.
En sus orígenes fiesta de los celtas que los inmigrantes irlandeses
transmitieron a los norteamericanos, Halloween se ha convertido actualmente en
un fenómeno que ha llegado a todos los lugares del mundo.
La oferta que uno puede encontrar para esta época
‘terrorífica’ del año es de lo más diversa en todos los aspectos, ya sea desde
pasar una noche de miedo en los lugares menos pensados del Viejo Continente o un
plan más familiar sin salir de España. Si empezamos por esta última opción no es
necesario ni abandonar Madrid, ya que el Parque Warner pone al alcance de la
mano todo lo necesario para morirse de risa, aunque en el buen sentido de la
palabra.
El parque temático sabe sacar partido a estas fechas y se adapta a
ellas con una gigante pista de hielo cubierta para patinar y asistir al
espectáculo de uno de los personajes favoritos de los más pequeños, Scooby Doo,
así como, esto ya para los un poco más mayores, contemplar la recreación de las
escenas más terroríficas sucedidas en el campamento Crystal Lake en ‘Viernes 13.
El 'campamento sangriento’, todo un clásico del cine del terror, o disfrutar de un ‘horrible’ y 'terrorífico' paseo por el ‘Boulevard diabólico’. Además, también ha creado espectáculos especiales como el musical ‘Halloween Nightmare’, que seguro que nos hará disfrutar de miedo.
El 'campamento sangriento’, todo un clásico del cine del terror, o disfrutar de un ‘horrible’ y 'terrorífico' paseo por el ‘Boulevard diabólico’. Además, también ha creado espectáculos especiales como el musical ‘Halloween Nightmare’, que seguro que nos hará disfrutar de miedo.
Pero para los más
atrevidos, tanto en lo de hacer la maleta como en lo de pasar miedo, Europa
ofrece un amplio abanico de posibilidades. Así, París, a pesar de ser conocida
como la ‘Ciudad de la Luz’, también tiene su lado más oscuro, al margen de la
luminosidad de la Torre Eiffel o los Campos Elíseos, y uno puede perderse por
las Catacumbas, una red de túneles bajo la capital gala que alberga cantidades
de huesos apilados de personas y que fue plasmada por Edgar Allan Poe en su
libro ‘Barril de montillado’.
Este otro París alternativo se puede completar con un paseo por el cementerio Pere Lachaise, uno de los más famosos y visitados del mundo y donde descansan los restos de Oscar Wilde o Jim Morrison, entre otros ilustres.
Este otro París alternativo se puede completar con un paseo por el cementerio Pere Lachaise, uno de los más famosos y visitados del mundo y donde descansan los restos de Oscar Wilde o Jim Morrison, entre otros ilustres.
Otra opción escalofriante y hermosa para pasar un
Halloween especial es Praga, a la que su arquitectura gótica impregna de ese
aire fantasmal a sus calles, algo muy de estas fiestas. El Osario de Sedlec, una
pequeña capilla situada bajo la iglesia del Cementerio de Todos los Santos, es
de obligada visita para pasar miedo en su interior decorado con más de 40.000
huesos humanos. Para rematar el viaje un paseo por el Museo de la Tortura, o por
el barrio judío, con su mito del Golem.
Otro destino que ofrece unos terribles tours del horror con los que asomarse al terror es Londres. Seguir el rastro de Jack el Destripador o del sanguinario Sweeney Todd, paseando por Fleet Street y por las oscuras calles londinenses o escuchar los espíritus de Ana Bolena o Guy Fawkes en la Torre de Londres puede ser un plan apto para los más valientes y tener su encanto por estas fechas. Además uno siempre puede vivir un Halloween de diversión y buen ambiente en sus pubs, disfrutando de una pinta y haciendo pasar miedo a tus compañeros de barra.
Pero si hay un lugar en Europa que rápidamente se vincula con el terror ese es Rumanía y Transilvania. Y es que es inevitable no pensar en el vampiro más famoso de la historia, el Conde Drácula, cuando se trata de pasar miedo. El castillo de Bran, una fortaleza construida entre Wallachia y Transilvania, ahora es un museo en el que rememorar los ‘mejores’ tiempos de Vlad El Empalador. Todos ellos destinos sin lugar a dudas ‘terroríficos’.