El Londres de Sherlock Holmes, una alternativa 'chic' y misteriosa a los Juegos Olímpicos

jueves, 26 de julio de 2012







Que Londres está de moda, es algo que está más que claro con los Juegos Olímpicos que albergará la 'City' desde este viernes, en la que será la tercera cita olímpica de la capital inglesa. Sin embargo, ¿alguien puede dudar de que Londres no está de moda siempre?

Para los despistados/as a los que no les guste el deporte y hayan acabado, sin caer en la cuenta, en la ciudad del Támesis este verano, vamos a sugerir un recorrido alternativo con el que tratar (algo seguramente casi imposible) de esquivar ese espíritu olímpico o con el que completar a los Gasol, Kobe Bryant, Bolt, Phelps, y demás estrellas del deporte mundial.

Nuestro guía particular va a ser un ilustre londinense como Sherlock Holmes, que nos mostrará su mundo (bueno, más bien el que salió a finales del siglo XIX de la pluma de sir Arthur Conan Doyle), junto a su inseparable doctor Watson. Sin embargo, no sabemos qué estilo 'british' nos gusta más si la cinematográfica de Robert Downey Jr.-Jude Law o la televisiva de Benedict Cumberbatch-Martin Freeman, ¿alguna preferencia?



Aunque sí trataremos de evitar a lo largo de este caminar usar el ‘Elemental, querido Watson’, frase que se asocia sin parar a Holmes, pero que éste nunca utilizó en los relatos de Conan Doyle (a lo máximo algún ‘¡Elemental!').

Esta ruta solo puede empezar por un lugar, por la emblemática Baker Street, donde en su número 221b vivió Sherlock Holmes (aunque en realidad esta casa no existió nunca, pero no estamos aquí para romper el encanto, y el Gobierno británico le permite mantener ese numero aunque en realidad le correspondería el 239 de la calle).

Allí se encuentra el Museo Sherlock Holmes, donde cada habitación con su aire victoriano nos sumerge en la época del detective. Además no falta ni la pipa, el violín o su típico sombrero, que se puede poner de moda, y uno no echa en falta ni a la fabulosa señora Hudson, siempre atenta para que todo esté perfecto. Así, una vez armados de pipa, lupa y papel es hora de arrancar hacia Park Plaza Sherlock Holmes Hotel, donde el Dr. Watson bar del hotel puede ser el lugar ideal para desayunar.


De allí, podemos continuar hacia el 2 de Devonshire Place, donde Conan Doyle tenía su consulta y, previsiblemente, se inspiraba para poner en papel las aventuras de su Sherlock Holmes. El camino nos puede llevar a Welbeck Street, su número 15, donde el malvado profesor Moriarty quiso poner fin con la vida del detective y al 2 de Upper Wimpole Street, antiguo hogar de Conan Doyle.

¿Pero que sería de Holmes sin su inseparable doctor Watson? Por ello nada mejor que visitar el número 9 de Queen Anne Street, donde vivía el ayudante del detective. La antigua sede de Scotland Yard (Whitehall Place, 4), a la que nuestro detective tantas veces sacó las castañas del fuego, también es de visita obligada.

De allí ir a la estación de Charing Cross, escenario de varias de las aventuras de Holmes y, posteriormente, al Adelphi Theatre (409-412 de Strand), donde Conan Doyle estrenó en 1910 el que consideraba su mejor relato sobre el detective, ‘La banda de lunares’. Podemos concluir nuestra ruta en el legendario Pub The Sherlock Holmes (10-11 Northumberland Street, Westminster) donde, acompañados de un buen whisky o una pinta de cerveza, contemplar una de las colecciones más importantes sobre el personaje.



Aunque a lo mejor estamos obligados a hacer más de una parada en nuestro recorrido y aprovechar algún pub abierto para tomarnos una pinta y unos típicos 'fish and chips', a lo mejor en algunos de sus numerosos y variados escenarios en vez de encontrarnos con un misterioso caso por resolver, nos chocamos con un Michael Phelps, Pau Gasol, Kobe Bryant, Usaint Bolt descubriendo los encantos de la City.

Pamplona, siguiendo los pasos de Ernest Hemingway por San Fermín

martes, 3 de julio de 2012

 

Pasan los días y el 7 de julio se acerca para todos los navarros y para los millones de turistas que se darán cita en esa semana en Pamplona para honrar a San Fermín por las calles pamplonicas. El blanco y el rojo tomarán las calles para vivir una semana de fiesta, que ya se encargó de plasmar en los libros el estadounidense Ernest Hemingway, el ilustre escritor, cuyos pasos se pueden seguir por toda la ciudad y que disfrutó en Pamplona de hasta 8 Sanfermines aunque las malas lenguas aseguran que poco se acercó a los encierros y se pasaba más tiempo en su hotel y en la cafetería cerca al mismo....

Sin embargo, Hemingway fue el encargado de proclamar al mundo cómo se vive esta fiesta y miles de turistas, sobre todo sus compatriotas, no dudan en emular sus pasos visitando el bar Txoko, alojándose en el Hotel La Perla, obligada parada no sólo para visitar su o tomar algo en el Café Iruña, sus sitios imprescindibles en la coqueta plaza del Castillo.
 



Otro enclave que no se puede perder en Pamplona, y antes del 'chupinazo' inicial es la plaza del Ayuntamiento, bella y de visita obligada, pero mejor no hacerlo el día del inicio de las fiestas donde hay 5 personas por metro cuadrado y sí dejarse conquistar por su belleza en cualquier momento del día sin estar tan abarrotada para poder contemplarla en su totalidad.





De visita obligada la hornacina del patrón. San Fermín recibe estos días la visita de millones de turistas y es el encargado de 'proteger' a sus corredores en estos días, que no dudan primero en solicitar su bendición con el cántico de "A San Fermín pedimos/ por ser nuestro patrón/ nos guíe en el encierro/ dándonos su bendición. ¡Viva San Fermín!, ¡Gora San Fermín!" en la salida de los corrales.

Pamplona se prepara para el desfile de sus corredores y de los toros, protagonistas sin saberlo de los días más festivos. Luciendo sus prendas blancas y su fajín rojo, corredores y turistas se prepraran para ver o correr delante de los morlacos por la temida calle Estafeta, sobre todo en la peligrosa curva, en la bajada de Javier o en la de Telefónica...




Tras disfrutar, pasar nervios o sufrir... habrá gustos para todos... toca un buen desayuno por la zona y luego prepararse para irse de vinos... y qué mejor que acudir a las zonas de pintxos para degustar lo mejor de cada casa junto a un buen vino tinto o blanco para acompañar.... y a a hora de la cena... una buena recomendación: hacer un parada en el restaurante de Alex Múgica en el hotel La Perla para degustar lo mejor de la cocina navarra, de sus verduras en unas espectaculares presentaciones.

Una semana de fiesta que merece la pena vivir y disfrutar... ¿os lo váis a perder?